El centro del municipio de Granollers, perteneciente a la provincia de Barcelona, presenta la típica arquitectura española de bloques de edificios. En el caso que nos ocupa, un terreno de tan solo 4,80 m de ancho secciona un bloque completo en dirección Este-Oeste. Una dificultad adicional: la finca colindante por el sur utiliza toda la altura de construcción autorizada, casi 15 metros, con lo que la luz natural queda obstaculizada durante gran parte del día. Sin embargo, los planificadores dieron con la solución perfecta al problema. Concibieron un paisaje residencial especialmente estructurado tanto vertical como horizontalmente y lograron así transformar una situación de partida poco ventajosa en un rasgo distintivo. La entrada desde la calle conduce a una zona de estar de aspecto casi sacro que, con una altura de 14,60 m, aprovecha plenamente el espacio disponible. La luz natural entra a través de claraboyas de grandes dimensiones sin verse impedida por las edificaciones colindantes.
“Based on the site conditions, we decided to make a house that would use all the height available to achieve solar collection "above" the neighbour. The building is divided into two very different parts: firstly, a very high vertical room with zenith solar capture avoiding the neighbour’s shadow, then a tower with a ground floor and three upper floors that shelter a single room on each level. This configuration allows occupying the floors of the house completely depending on the number of users, not having a feeling of empty rooms.
”
Directamente a continuación se encuentra la segunda parte de la secuencia de espacios. Como si de una torre se tratase, aquí se encuentran cuatro habitaciones dispuestas unas sobre otras. Del área de cocina y comedor de la planta baja se llega a través de una escalera a los tres dormitorios, que ocupan las plantas 1 a 3: el dormitorio principal, el cuarto de los niños y una habitación de huéspedes en lo más alto. La clave: al haber únicamente un espacio en cada planta, cada habitación dispone de dos fuentes de luz natural. Una procede de la zona de estar con carácter de torre y la otra, de las ventanas o de los pequeños balcones que dan a la parte de atrás. El siguiente elemento de la secuencia lo constituye un patio interior al que sigue, a su vez, otra parte del edificio. Y es que, puesto que las normas de uso permitían erigir en el terreno una construcción auxiliar, los planificadores no dudaron en aprovecharlo. Y así es como surgió un espacio adicional multiuso que, al mismo tiempo, sirve de vía de paso a la parte de atrás del todo: el jardín.
Este proyecto también presenta un perfil propio en lo relativo a los materiales utilizados. Para la envolvente de edificación, para las paredes de las zonas exteriores y para toda la zona de estar con carácter de torre se han utilizado únicamente ladrillos cerámicos rojos, que confieren estabilidad estructural y favorecen la climatización. Sin embargo, las estructuras internas, desde los tabiques separadores hasta las escaleras y los muebles empotrados, están hechos de elementos de madera CLT. El empleo consecuente de dos materiales se complementa con las instalaciones visibles en la pared de interruptores y bases de enchufe de la gama Gira E2, que destacan elegantemente en la variante de montaje en superficie. De manera convincente, los arquitectos han demostrado que con buenas ideas y limitándose a lo esencial también se pueden crear casas de ensueño en las condiciones más difíciles.
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